El pasado 25 de enero de 2013 tuvo lugar la presentación oficial del programa de actos conmemorativos del 425 aniversario del Convento de San José de PP. Carmelitas Descalzos y su imagen y cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazaren a cargo del Hno Mayor Francisco Gutierrez. Terminada su presentación tuvo lugar el concierto de música a cargo de la Banda Municipal de Música de Jaén, reproducimos a continuación los comentarios sobre las piezas que fueron interpretadas, y si lo deseas puedes escuchar el audio de las distintas piezas.
1.- EVOCACIÓN: “CUCHARILLAS…CUCHARONES”. “EL SITIO DE ZARAGOZA”.
La memoria auditiva de la procesión de la madrugada en Jaén está históricamente ligada a los ecos que su frente de procesión hacía resonar en las encrucijadas.
Cuando la procesión hacía un alto, los bocineros que escoltaban el pendón de la Cofradía embocaban sus largas bocinas y de ellas hacían brotar un penoso lamento para anunciar al vecindario el inminente paso de la procesión. Era una melodía repetitiva, doliente, a la que los chiquillos pusieron una letra absurda que se hizo legendaria: “Cucharillas…, cucharones…., para los niños cagones…”. La recordada musicóloga doña Dolores Torres y Rodríguez de Gálvez tuvo el acierto de perpetuarla en el papel pautado en su “Cancionero de Jaén” y gracias a ella la melodía se ha salvado del olvido.
Luego, cuando los bocineros abajaban sus bocinas, eran los clarines de los Soldados Romanos de Caballería, los que aprestaban sus trompetas y no si algún desafino interpretaban la obertura con que el compositor Cristóbal Oudrid Segura inició su fantasía militar “El Sitio de Zaragoza”, compuesto en 1848.
Los “Romanos” tocaban “de oído” refrescando muchos de ellos lo que aprendieron durante el servicio militar a su paso por alguna de las bandas montadas del Arma de Caballería. Pero ponían toda el alma en los sones del “Sitio de Zaragoza” porque era Viernes Santo ya había que quedar bien.
Hoy ya todo esto es añoranza y evocación. Pero seguramente son muchos los hijos de Jaén a los que el lamento nazareno de “Cucharillas…, cucharones” con el contrapunto de los clarines romanos, les hace brotar una lágrima.
2. VERSIÓN CORAL DE LA “MARCHA DE N. P. JESÚS”.
La marcha que el maestro don Emilio Cebrián compuso para N. P. Jesús en 1935 es sin duda uno de los signos de identidad comunitaria para las gentes de Jaén. Como son muchos los que no se resisten a tararearla, en 1994 el maestro don Pedro Jiménez Cavallé tuvo el acierto de adaptarla para versión coral, con letra del poeta Felipe Molina Verdejo. Esta versión se estrenó por el Orfeón “Santo Reino” en un concierto celebrado en la Catedral el 20 de marzo de 1994.
Desde entonces contribuye a evocar el paso de ese divino Nazareno, que como decía el poeta, “con su túnica morada y la tez color de olivo” recorre nuestras calles empedradas con olvidos, dejando en cada piedra un temblor de amor divino.
3. EN EL JARDÍN DE UN MONASTERIO.
La historia de la imagen y devoción a Nuestro Padre Jesús, es inseparable de dos perdidos monasterios giennenses: el Convento de San José, de los Carmelitas Descalzos, primero y el Monasterio de Nuestra Señora de la Merced y sus Padres Claretianos, después.
Solo en la paz silente de ambos monasterios fue posible que creciera y se fortaleciera nuestra devoción colectiva a Jesús Nazareno. Quizás la música de Albert William Ketelbey, a través de su composición “En el jardín de un monasterio”, escrita en 1915, nos ayude ahora a recrear aquel ambiente, tan jaenés, tan nazareno….
4. “SANTA FAZ”.
El Viernes Santo jaenés está históricamente ligado a dos momentos concretos: la procesión nazarena de la madrugada y la ostensión solemne de la reliquia del Santo Rostro.
A prima hora de la mañana, la procesión de Nuestro Padre Jesús “hacía estación” en la Catedral antes de continuar su lento e interminable itinerario en busca de la “Cárcel Vieja” y los cantones y campillejo de Santiago.
La Cofradía estaba obligada a abandonar nuestro Templo Mayor, antes de que diesen las diez, porque a esa hora empezaban los sagrados oficios. En ellos, una vez efectuada la adoración de la Cruz, el oficiante tomaba la reliquia del Santo Rostro, subía a las galerías altas y por los balcones de las cuatro fachadas del templo lo mostraba a los fieles y bendecía a la ciudad y sus campos.
Un buen devoto de N. P: Jesús, vecino muchos años de su antiguo camarín de la Merced, el compositor don Joaquín Reyes Cabrera (1914-2005) recordando esta vieja estampa compuso una marcha procesional titulada “Santa Faz”, que bien merece ser recordada hoy por su simbolismo.
5. “CORTEJO BLANCO”.
Durante siglos fue norma y uso que en Jaén la Fe y la Esperanza se concretara en un triple y divino asidero: El Santo Rostro, Nuestro Padre Jesús y la Virgen de la Capilla.
Y cuando las cosas venían mal y había que buscar ayuda en el cielo, o cuando el gozo rebosaba y había que ser agradecidos, el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento, como expresión oficial de la colectividad ciudadana, organizaban rogativas públicas. Para ello, la imagen de Nuestro Padre Jesús bajaba en procesión a la parroquia de San Ildefonso, recogían la menuda talla de la Virgen de la Capilla y subían en devota procesión de rogativas a la Catedral donde entre ambas imágenes se colocaba la reliquia del Santo Rostro, oficiándose ante ellas la función de rogativas.
En estos 425 años de historia religiosa y cofrade que ahora conmemoramos, la Virgen de la Capilla siempre estuvo asociada a N. P. Jesús. Jaén fue a Jesús a través de María. Por eso es bueno recordar este histórico vínculo. Y para ello nada mejor que la marcha procesional “Cortejo Blanco”, que el maestro don José Sapena Matarredona compuso para la Virgen de la Capilla en 1958.
6. “PROMITENTES DE N. P. JESÚS”.
Desde 1939 se hizo habitual que fueran muchos los hijos de Jaén que asumieran como un honor el portar sobre sus hombros la imagen de Jesús Nazareno aprovechando la ocasión para un íntimo soliloquio con ese Jesús cercano y humano que tanto nos quiere, que tanto queremos. Nació así la figura única en la Semana Santa andaluza, del “promitente”. De aquel que porta a Jesús por promesa, por un compromiso de fidelidad.
A ellos va dedicada esta marcha, “Promitentes de N. P. Jesús”.
7. “PLEGARIA A JESÚS”. La imagen de N. P. Jesús ha inspirado desde muy antiguo no pocas composiciones musicales con las que sus autores han querido perpetuar en el papel pautado sus personales vivencias con el Nazareno.
Buena prueba son estas dos composiciones, “Plegaria a Jesús”, original de don Juan Leiva.
8.“CANTANDO A JESÚS”.
“Cantar a Jesús Nazareno”, es de la autora novel Natalia González Marín de 17 años, y cofrade desde los 6.
El “Cantar” nace de la devoción profunda a Jesús Nazareno desde su más tierna infancia, plasmada en el texto de quien que ha visto con los ojos de una chica del S.XXI, y experimentado en primera persona la unión profunda de Jesús con el pueblo de Jaén que clama su nombre a su paso, y acompañado con una música enraizada en nuestra cultura ancestral.
La obra “Cantar a Jesús Nazareno” fue estrenada en el Camarín de Jesús en el pasado año 2012 durante la Solemne Novena en su versión original para piano, violonchelo y tres voces y que para esta especialísima ocasión ha sido transcrita y arreglada para Banda y 3 voces por Victor Ruiz Castillo, alumno del Conservatorio Profesional Ramón Garay de Jaén en las especialidades de violonchelo y percusión y miembro de Xauen Lirica.
“Cantando a Jesús”, de Natalia González Marín.
9. “POBRE CARMEN”.
Durante muchos años la procesión de Nuestro Padre Jesús caminó ambientada por una marcha que llegaría a ser legendaria: “Pobre Carmen”. Es una marcha compuesta por el músico militar Eduardo López Juarranz (1844-1897), ejemplo vivo de aquellas “marchas fúnebres” que en el siglo XIX se componían para acompañar las procesiones de Semana Santa. Dicen que López Juarranz la compuso roto de dolor durante el velatorio de su ahijada Carmen, muerta en la flor de la juventud y que luego la ofreció a la Hermandad de los Dolores del pueblo del Viso del Alcor.
Cada año, al paso de la procesión por la calle de Almendros Aguilar, cuando el director de la Banda Municipal don Antonio Fernández, el popular “maestro Antonio” divisaba el balcón de su domicilio y en él a su esposa, iniciaba la interpretación de esta marcha, que aunque no lo parezca, tiene también sus connotaciones jaeneras y nazarenas.
10. “ESPAÑA LLORA”.
Otra de las marchas habituales en la procesión de Nuestro Padre Jesús durante la década de los años veinte del pasado siglo, fue la composición del músico militar toledano Alejandro Contreras Contreras, “España llora”. Es una marcha peculiar, que su autor compuso como homenaje personal al trágico asesinato del Jefe del Gobierno don José Canalejas, en 1912. Y que luego, por su deje fúnebre y dolorido se convirtió en marcha de procesión.
11. “NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO”
Recién llegado a Jaén el maestro don Emilio Cebrián Ruiz acompañó al frente de la Banda Municipal a la procesión de Nuestro Padre Jesús el Viernes Santo de 1934. El discurrir de la procesión suscitó en él tal tensión emocional, que al llegar al “Cantón de la Ropa Vieja”, solicitó se le permitiera portar el trono. Y así lo hizo hasta llegar al “Campillejo de Santiago”.
Cuando salió bajo los faldones, iba llorando. Se abrazó al fabricano don Antonio Delgado y le aseguró que lo que había vivido y sentido lo tenía que traducir en una marcha procesional. Así nació esta hermosa composición que hoy interpretan todas las bandas de España en los mas distintos y distantes pueblos, villas y ciudades.
Se estrenó en la plaza de Santa María el 24 de marzo de 1935. Como por una absurda disposición legal no podía inscribirse con una advocación específicamente religiosa, en principio se registró como “El Abuelo. Marcha fúnebre”. Luego, cuando las cosas cambiaron, Cebrián la titularía “Nuestro Padre Jesús Nazareno. Marcha de procesión”. Mas con un título u otro, para nosotros siempre será la evocación musical de aquel que fue, es y será el auténtico Señor de Jaén.